Investigando sobre las publicidades y propagandas para un
final de Historia que tengo que rendir en estos días, encontré en Google (el
buscador más viral que existe hoy en la Internet) publicidades de los 40. Algunas
trataban sobre guerras (bolchevismo, segunda guerra mundial,
Stalin, Hitler, Mussolini) y otras, que fueron las que me llamaron demasiado la
atención, eran publicidades de determinados productos, resultado del auge del
capitalismo en esos momentos, en el que colocaban a las mujeres como modelos de
publicidad.
Claro que era modelos de lavarropas, aspiradoras, elementos
de cocina, en sí todos artefactos de limpieza. En un cartel de esas
publicidades se puede leer “una buena
esposa siempre sabe cuál es su lugar” y al lado una mujer con una
aspiradora. En la segunda imagen podemos ver que está en Ingles “Show her it’s a man’s World” que en
español quiere decir “Muéstrele
que es un mundo de hombres"
Entonces ante esta situación, me produjo gran curiosidad
preguntarme ¿Qué papel cumplía la mujer
en ese entonces? ¿Qué querían expresar los hombres en ese mundo en el que la
mujer caminaba por detrás de ellos?
Es obvio el hecho de que ya no seguimos en la década del ’40 y
la vida es distinta tanto en lo material como en lo ético y moral. Hoy en día
la mujer en sí ganó muchísimo lugar en la sociedad y demostró que puede
trabajar y luchar como el hombre, que es independiente, que tiene derechos, que
trabaja y a la vez es madre, esposa, amiga, y un montón de cosas más. Pero más allá
de lo que se ve a simple vista, nunca se preguntaron si en esa búsqueda de “igualdad
social” ¿la mujer perdió respeto a la vez que ganó derechos? Esto es una
pregunta muy compleja que yo misma no me podía contestar.
Por ende, le pregunte a mi pareja de lo que opinaba, el me
dio su punto de vista: “la mujer aunque vivía
para el hogar, era más respetada en la sociedad como tal, y los hombres eran
más caballeros, cosa que hoy en día esa caballerosidad se perdió en la mayoría de
los ciudadanos”.
No me considero una ferviente feminista, pero sin embargo,
muchas preguntas empezaron a surgir en mi cabeza. Por un lado, hoy en día la
mujer sufre constantes maltratos, violencia domestica, prostitución, trata de
blanca y muertes. Como tantos casos que hoy siguen impunes.
La respuesta de mi pareja, no dejo mis cuestionamientos totalmente claros. Por lo que decidí escuchar, o mejor dicho leer, lo que opinaban
las personas en general, ya sean hombres o mujeres de distintas edad, y obviamente,
con distintos pensamientos. Entonces, paso siguiente, abrí mi cuenta de Facebook, para dar inicio a un debate.
“Hay un lugar
para cada cosa, nada está bien en esto, hoy en día muchas mujeres que buscaban
igualdad, está es engañosa, donde la mayoría sólo busca igualdad de derechos,
mientras la beneficien a ella. Hay un extremo para todo, y pienso que hoy en
día se revirtieron los papeles, el punto y medio existe, pero somos humanos y
nuestra naturaleza es ambiciosa, todos,
todo el tiempo cuando se ven beneficiados quieren más, por esto todo está re “cagado”.
No defiendo a nadie, porque ambos están mal”
Hasta el momento sólo me encontraba con este comentario, el
cual tiene algo fundamental para resaltar, y que es nuestra fiel amiga “la
ambición”. El humano es totalmente ambicioso, quizás algunos lo tienen
en mayor grado y otros no tanto. Pero la ambición se encuentra en todos
nosotros, y es algo de lo que nunca podremos escapar. Si no existiría este
factor, creo que la historia tampoco se hubiera creado. Estamos atados a
nuestras ambiciones, y sea cual fuere el sexo que seamos, siempre va a haber
cierta ambición que nos llevará a preguntarnos, que puedo sacar de ello para mi
bien.
Pensé que este comentario sería el único que tendría mi
debate, y era una total pena. Porque mis
dudas seguían estando a flor de píe. Decidí entonces, dejar el celular a un costado
y seguir con mi rutina de preparar el final que tan agobiada me tenía (la seguiré
teniendo hasta que apruebe la cátedra).
Pasada varias horas, decidí fijarme para ver si mi suerte
cambiaría y habría más comentarios en mi Facebook.
Y resulta que sí, había otros comentarios, pero sólo de hombres, mientras que
algunas mujeres sólo se habían jactado de poner “like” en las fotos y no comentar. No lo voy a negar, eso me
preocupó bastante. Estos fueron los comentarios que me llegaron, y los que
estuvieron más certeros al tema principal del debate:
“¿Por eso
se perdió la caballerosidad? No creo eso, se que se perdió porque dejaron de enseñarlo y son otras épocas donde ni se exige disciplina, lo cual para mí
está mal, como se van a formar hombres o caballeros si no se les exige y no se
les impone el respeto hacia los demás, donde
tanto el hombre como la mujer se han llegado a degradar y llegar a tan bajo nivel
a veces que el respeto se pierde por muchas razones que difieren de la
pelea de la mujer por sus derechos. También
se pierde el respeto de igual manera por un hombre cuando no trabaja.
Abajo, otro comentario también de un hombre decía:
“Creo que
la mujer en su afán de ponerse en el mismo lugar que el hombre, está perdiendo
su lugar. No digo que no deba tener los mismos derechos, sino que simplemente
cada uno tiene que ocupar un rol y no interponerse en lugar del otro. También
creo que juegan con el feminismo a su favor. Por ejemplo: dicen todo el tiempo
que el hombre no va a ser menos hombre porque cocine, lo cual tienen razón,
pero si vas en el auto con tu novia y se pincha la rueda seguramente ella no se
va a querer bajar. Lo mismo cuando el hombre paga la primera cita. Se viven
jactando que el hombre debe ser atento, romántico, etc. Cuando todos sabemos
que es la mentira de la humanidad. Cuando encuentran un hombre así, simplemente
no le dan bola. ¿Caballeros? No hay
porque las damas tampoco existen, seamos sinceros, la mayoría quiere un
Grey que les haga cosas cual machista sea su mente. Creo que el machismo hoy en día lo tienen las mujeres.”
Y así se iba armando el debate, era interesantísimo leer los
diferentes tipos de pensamientos. Es la primera vez que hago uno sólo por tener
curiosidad, asique todo esto era un nuevo mundo para mí.
Es verdad, no soy socióloga, ni psicóloga, sólo soy una
estudiante de Comunicación Social, una ciudadana con muchas preguntas y pocas
respuestas. Quizás con pocos aciertos y muchas confusiones. Pero que sin
embargo, me interesan los temas que rodean a la sociedad en la que vivimos, una
sociedad quizás carcomida por el mundo cosmopolita e imperial. En el que todos
tenemos nuestros ideales, pro y contras.
Volviendo al tema del debate, después de los comentarios de
los hombres, las mujeres empezaron a escribir también los suyos. Algunas
molestas por ciertos comentarios, otras que creían todavía en ese cambio, en
esa igualdad y que se podía llegar con mucho esfuerzo, y sin pensamientos
machistas, manteniendo esa feminidad que nos caracteriza, poniendo como
ejemplos mujeres que hicieron mucho por el país o por la comunidad, y que lo
siguen haciendo.
“Creo que la
mujer a lo largo de los años consiguió mucho más respeto del que tenía antes,
si bien hoy en día la mayoría de los hombres no abren puertas ni regalan
flores, las mujeres ganamos un montón de derechos y no necesitamos que nos
abran las puertas, ahora podemos abrir
las puertas juntos con igualdad. Creo que los tiempos cambian y el respeto
pasa por otro lado, y en cierto punto cada vez se nos respeta más. Sin embargo,
hay muchísimas cosas para mejorar, muchas luchas por ganar, para ganar la
verdadera igualdad.
(…)La cosa
pasa por la igualdad… no por un sexo débil y uno fuerte… y por suerte creo que
de a poco nos vamos acercando cada vez más… pero como dije antes, falta… pero
se puede llegar”
En sí, con tantas opiniones diferentes pude llegar a mi
propia conclusión. En los principios de la historia, la mujer era vista como
ese signo de maternidad, por ende, todo se situaba en el matriarcado, en el cual se adoraba su figura y ella iba al lado del
hombre acompañándolo en las luchas, pero también este matriarcado tenía sus raíces
por el hecho de que no existía un solo hombre que engendrara a una mujer, sino que en una tribu la misma era madre de
varios niños con diferentes padres.
El hombre al establecerse en un lugar definido con la
agricultura, deja el matriarcado por detrás, porque nacen las familias, y se da
inicio al patriarcado, era el hombre
el que protegía las aldeas y salía a buscar comida, y la mujer quedaba en casa
cuidando de los niños y recolectando frutos.
Y desde ahí en más, el hombre fue el que se ocupó de salir a
trabajar, de llegar con el alimento para compartir en familia. Y la mujer quedo
para las tareas de la casa, la limpieza la cocina y los niños. Pero los tiempos
fueron cambiando, con las guerras mundiales, la mujer se vio obligada a salir en
busca de trabajo porque ya no había quien trajera el pan al hogar. Cuando las
guerras terminaron, y los hombres volvieron a sus hogares, las nuevas
trabajadoras no quisieron abandonar ese lugar, y así fue. Entonces comenzaron
los disturbios y sobre todo los denominados “machismo y feminismo”
Cuanto más nos acercamos a nuestros tiempos, me vienen a la
cabeza muchos acontecimientos. Las guerras, la violencia, el maltrato. ¿Pero a
caso esto no viene por ambos? Como hay hombres violentos, hay mujeres
violentas, el maltrato está inserto en nuestra sociedad desde los comienzos. Cometemos
nuestras equivocaciones como también nuestros aciertos.
Desde mi punto de vista, hoy en día las mujeres logramos
estar en un lugar muy privilegiado en esta sociedad, así como los hombres también
lo tienen. Es verdad, siempre van a existir diferencias, porque si pensaríamos todos
de la misma manera, creo que no habría porqué luchar en este mundo, y sería un
vivir rutinario.
Pero ¿saben que nunca va a cambiar? “EL AMOR”. Si, podemos
estar en desacuerdo, pero mientras que exista un poco de amor en esa sociedad
podrida ¿qué puede salir mal? No es bueno generalizar, hay mujeres, y hay
hombres, pero no todos nacimos del mismo vientre. Yo no creo en eso de “todos
los hombres son iguales” o “todas las mujeres buscan lo mismo” porque cada uno
es diferente, en este mundo hay personas buenas, así como personas que no valen
nada. Depende de con quién nos encontremos en nuestro camino y con qué ojos
sepamos mirarlos.
Hay muchas cosas que se perdieron, pero mientras tengamos
amor y seamos felices vamos a poder salir adelante, tanto hombres como mujeres.
Voy a cerrar mi análisis con una frase de un comentario que
me gusto mucho:
“La mujer
nació de la costilla del hombre, no de los pies para ser superior, sino del
costado para ser igual, debajo del
brazo para ser protegida y poder
proteger y junto al corazón para ser
amada y poder corresponder a ese amor.
(…) La
caballerosidad no se perdió, se dejo de enseñar y las feministas la desecharon
como si fuera un insulto aunque nunca dejaron de añorarla”
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